Fue una centella más, apresurada,
enquistando pueriles corazones.
Una impronta procaz de sinrazones
que se esfumó, después, como si nada.
Pasión sin continencias, desbordada
de expectativas falsas, de ilusiones.
Una puesta en escena de pasiones
marchando hacia una muerte demorada.
De esos recuerdos, tengo una andanada
flotando en los resquicios del teclado.
No me arrepiento. ¡No! De haber amado...
¡Sí, de haberte creído enamorada...!
Mas..., ni un regusto amargo me ha quedado.
Nada quedó de Ti..., no quedó nada...
(De Adioses y de Olvidos 2007)
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1 comentario:
Gracias por tu visita. Leyendo este soneto me hace notar lo difícil de hacerlo, especialmente porque no soy capaz de lograrlo
Un saludo desde Colombia
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