Copyright: Edgardo Donato Díaz

viernes, 22 de agosto de 2003

Un par de cosas...

Ha concluido, sí, ha concluido...
Tal vez sea, también, como tú dices...
que solo reste arreglar un par de cosas.

Habrá que hacer, quizá, lo que no hicimos
para llegar a este punto de la historia.
Lo que es yo..., de mi parte, lo confieso,
no he resuelto la manera ni la forma
de preservar algunos sentimientos.
Esos que hoy yacen muertos y que hicieron
nuestro universo místico, anhelado,
ese espacio de tiempo compartido
donde el amor fue rey y fue soldado.

Tampoco hallo el modo, todavía,
de contener la amargura y la tristeza
para poder explicarle a la pequeña
que así...sin más...,
las cosas se terminan.

Y no me veo yo,
mañana mismo,
frente a la angustia atroz de no encontrarte,
disimulando el pesar que me ha causado
la conclusión de todo en un instante.

Ya ves, tampoco es tanto, ni tan poco...
De todos modos,
me quedaré la rosa que guardaste
en nuestro viejo poemario de Neruda.
Esa rosa robada aquella tarde,
de pasiones y entregas encendida,
que marchita también
ya se ha secado,
igual como nosotros y los sueños.
Pero quiero guardarla de recuerdo...,
como una más de aquellas...
nuestras cosas...

He concluido, si..., he concluido,
solo quise charlar por un instante
en el balance final de nuestra historia,
con la sola intención de que supieras
que me han quedado a mí
por resolver,
también,
un par de cosas...

"De Adioses y de Olvidos"

©Copyright 2003 - Derechos Reservados

No hay comentarios.: