No me mientas, amor, ya no me mientas.
Es otoño. Sin tardes verdecidas.
Solo te pido, amor, que no me pidas
anhelar el calor con que me alientas.
Son tantas tardes vacuas, somnolientas,
andando entre hojarascas esparcidas,
que mis ansias transitan, ya vencidas,
sin buscar ese sol con que las tientas.
Si llegas hasta mí y me alimentas
con el albur de un sol de primavera,
que no sea tan solo una quimera
para dejar mis ansias más sedientas.
Si he de entregarme a Ti, de esta manera,
solo te pido, amor, que no me mientas...!
"Inquietudes"
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