Mujer...

Amo tus ojos dulces y serenos,
su ternura infinita..., desbordante
y ese brillo especial cuando se cruzan
con los míos que buscan incesantes.

Amo también tus labios con los míos
cuando ardientes se funden..., encendidos
y esa suave caricia que me brindan
en éxtasis final..., adormecidos.

Amo el susurro suave y cristalino
de tu pequeña voz estremecida
y aquel eco abismal de tu palabra
que silente se apaga, ya vencida.

Amo tus manos breves y cargadas
de tenaces caricias, demandantes,
intrépidas, hurgando por mis valles
en un tibio ritual apasionante.

Amo tus pies descalzos y sus pasos,
su tránsito sutil y su pereza.
Y su búsqueda ansiosa del abrigo
de los míos que aguardan su tibieza.

Amo ese corazón que te sostiene
desde el pecho sensual y palpitante
y la rítmica armonía de sus latidos
bajo tus senos suaves y arrogantes.

Amo tu cuerpo frágil con sus valles
y el dibujo sensual de sus contornos.
Y que me ames igual..., como te amo,
por ser dueño total de tus entornos.

"Cien Poemas de Amor"

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